Cuando todo era un día normal, cuando todo parecía que sería un día lleno de sol y esperanzas y que la tienda que tenían y su modesto trabajo alcanzaba para seguir mantenimiento a su familia, Julio Aguilar Hernández, de 62 años de edad decide quitarse la vida, en su domicilio en Barrio Santo Domingo en la calle de Coyoacán.
Así fue que este buen hombre, el pasado lunes 12 de abril se fue a acostar a su cuarto en donde dormía, como siempre lo hacía, pero todo hace suponer que en el curso de la noche él decidió colgarse con un mecate de plástico, de esos que sirven para colgar ropa, lo amarró muy bien en la ventana de SU cuarto he hizo un nudo atado a su cuello y de ahí dejó caer su cuerpo hasta perder el conocimiento.
El cuerpo inerte y ya sin vida quedó doblado al pie de la ventana de su cuarto, en posición de hincado, y autoridades y peritos consideran que esta fatal determinación la llevó a efecto después de irse a dormir, puesto que el cuerpo ya presentaba rigidez.
La hija de Domingo, María Aguilar Gómez fue quien se dio cuenta de que su padre ya estaba muerto, pues él acostumbraba a levantarse temprano y al no hacerlo decidió tocarle la puerta de su cuarto, pero la puerta tenía llave, al no recibir respuesta, se dirigió a la parte trasera de su cuarto, por donde está la ventana, dándose cuenta que este hombre se encontraba colgado de la ventana.
Corrió y metió la mano al cuarto y lo tocó, dándose cuenta que ya estaba frío. Mary, su hija de 24 años, se lo comunica a su madre, la señora Adolfa Gómez Gutiérrez, de 68 años y desde ese momento l vivienda se convierte en un calvario.
El cuerpo fue remitido al descanso por elementos de la Policía Municipal para los trámites de Ley. Fue la presencia del licenciado Roberto Pérez MP quien dio fe de los hechos.
Así fue que este buen hombre, el pasado lunes 12 de abril se fue a acostar a su cuarto en donde dormía, como siempre lo hacía, pero todo hace suponer que en el curso de la noche él decidió colgarse con un mecate de plástico, de esos que sirven para colgar ropa, lo amarró muy bien en la ventana de SU cuarto he hizo un nudo atado a su cuello y de ahí dejó caer su cuerpo hasta perder el conocimiento.
El cuerpo inerte y ya sin vida quedó doblado al pie de la ventana de su cuarto, en posición de hincado, y autoridades y peritos consideran que esta fatal determinación la llevó a efecto después de irse a dormir, puesto que el cuerpo ya presentaba rigidez.
La hija de Domingo, María Aguilar Gómez fue quien se dio cuenta de que su padre ya estaba muerto, pues él acostumbraba a levantarse temprano y al no hacerlo decidió tocarle la puerta de su cuarto, pero la puerta tenía llave, al no recibir respuesta, se dirigió a la parte trasera de su cuarto, por donde está la ventana, dándose cuenta que este hombre se encontraba colgado de la ventana.
Corrió y metió la mano al cuarto y lo tocó, dándose cuenta que ya estaba frío. Mary, su hija de 24 años, se lo comunica a su madre, la señora Adolfa Gómez Gutiérrez, de 68 años y desde ese momento l vivienda se convierte en un calvario.
El cuerpo fue remitido al descanso por elementos de la Policía Municipal para los trámites de Ley. Fue la presencia del licenciado Roberto Pérez MP quien dio fe de los hechos.
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